Dejar de amarte.

Aguanto el frio de mi cansado y desolado cuerpo.

“Inhala”

 “Exhala”

Trato de acompasar  mi respiración agitada y de contener las lagrimas amargas y pesadas que mi ser quiere dejar salir con desesperación.

 Si. Sé que no vale la pena llorar.

 ¿Por qué me haces esto una y otra vez? ¿Cuál es la razón por la cual  te apartas de mi cuando más te necesito? ¿Qué hice mal?

Camino por las calles con la cabeza baja y procuro no mirar a nadie, oigo que mi mama me habla sin embargo no escucho sus palabras. Todo el cuerpo me duele, cada extremidad me pide un descanso.

Quisiera desaparecer.

 ¿Drogas? No. ¿Alcohol? Mucho menos.

Necesito renacer.

Poder dejar toda esta amargura atrás y continuar con paso firme y decidido. Regresar a mi antiguo yo.

 Ser un sol.

La lluvia empieza a empaparme poco a poco y observo a la gente correr para protegerse y continuar su camino, las cristalinas y frías gotas de agua me tranquilizan y me hacen sentir un poco mejor.

Te observo.  Miro tu despistada forma de caminar y ese gesto tan tuyo de pasar una mano por tu cabello castaño. No puedo evitar sonreír a pesar de que tu eres ese porque que me hace infeliz.

Aunque trato de no hacerlo otra vez, olvido el daño que me has hecho y empiezo a quererte y necesitarte de nuevo.

 Necesito ese arcoíris al final de la tormenta.

Necesito respirar con libertad.

Necesito sonreír genuinamente otra vez.

Necesito dejar de amarte.